El Acura ARX-06 No. 10 de Wayne Taylor Racing with Andretti rompió una racha de cerca de dos años luego de ganar el Gran Premio de IMSA en el circuito callejero de Detroit.
Para ser exactos, Ricky Taylor y Filipe Albuquerque tenían una sequía de no victorias de 664 días. La victoria significó también la primera del dúo desde el estreno de la categoría Grand Touring Prototype (GTP) el año pasado.
Ricky Taylor aprovechó una pequeña brecha por parte del Porche 963 No. 6 líder para ejecutar un pase efectivo, y así hacerse con el liderato de la carrera faltando unos 25 minutos en el reloj.
“Este es el cuarto año que Filipe y yo llevamos juntos y hemos tenido mucho éxito juntos”, dijo Ricky Taylor.
“El auto número 10 de Konica Minolta estuvo en racha durante nuestros primeros tres años juntos, y el último año y medio lo pasamos muy mal. Estábamos realmente luchando y no habíamos ganado en mucho tiempo, y parecía que nada podía salir bien. En primer lugar, todos en HRC y Wayne Taylor Racing con Andretti trabajaron muy duro para volver a ponernos en juego. Los cursos callejeros no eran lo nuestro. Este año no hemos estado luchando por victorias fuera de Sebring”.
La última victoria de ambos fue en el Gran Premio de Road America en la temporada 2022 (categoría DPi).
“Estamos contentos con este fin de semana”, dijo Albuquerque.
“Tuvimos más ritmo que en otras carreras del pasado, así que sabíamos que podíamos hacerlo bien. Pero para ser honesto, después de lo que nos ha estado pasando, necesitábamos ser humildes y pensamos que un podio sería bueno para nosotros”.
“Pero nuevamente, al final del día, somos corredores. Vamos a donde nos lleve la oportunidad y creo que el inicio fue un buen ejemplo de ello”.